La maté porque era mía… (Leer más)
Cuando una noticia se repite pierde dramatismo. Nos estamos acostumbrando peligrosamente a escuchar que una mujer ha muerto a manos de su pareja.
Cuando una noticia se repite pierde dramatismo. Nos estamos acostumbrando peligrosamente a escuchar que una mujer ha muerto a manos de su pareja.
Ana, maltratada su pareja, reúne fuerza de su interior y toma la decisión más complicada y difícil de su vida, abandonarlo.
Harta del monotema que en los últimos meses ha monopolizado, valga la redundancia, los espacios informativos, he pasado algún tiempo sin ver las noticias televisadas, dándole la espalda a temas de rabiosa actualidad, sobre todo aquellos que a la política se refieren.
Parece que cada día del calendario está dedicado a alguna lucha determinada, o a conmemorar algo relevante para la humanidad. Y para desgracia del género femenino, también hay uno dedicado a la lucha contra la violencia hacia las mujeres.
El otro día fui a ponerme la vacuna contra la gripe y acabé contestando a un test sobre violencia de género...
Sigo creyendo en la libertad, aunque hayan arrancado de mis labios las pieles de la inocencia...