El novio de Cenicienta (Leer más)
A muchas niñas les tocó ser princesas en su infancia y a otras muchas cenicientas. La suerte fue caprichosa y estuvo muy repartida. Quienes tuvieron la dicha de nacer en hogares con medios económicos y fueron deseadas, obtuvieron todos los cuidados de sus amorosos padres y demás familiares, y crecieron pensando que el mundo les pertenecía. Todo lo que deseaban lo merecían por el hecho de ser.