Es cierto que estamos viviendo una situación muy delicada; la pandemia ha puesto todo patas arriba y ha roto todos nuestros esquemas. Nadie está preparado para una situación así. Pero no es menos cierto que, el virus nos ha enseñado a sacar el lado más humano y ha desarrollado su lado más empático porque nos ha hecho ver, más que nunca, que todos somos vulnerables.

A muchas niñas les tocó ser princesas en su infancia y a otras muchas cenicientas.  La suerte fue caprichosa y estuvo muy repartida. Quienes tuvieron la dicha de nacer en hogares con medios económicos y fueron deseadas, obtuvieron todos los cuidados de sus amorosos padres y demás  familiares, y crecieron pensando que el mundo les pertenecía. Todo lo que deseaban lo merecían por el hecho de ser. 

Hace unos años leí la historia de dos hermanos con una misma realidad. Dicha realidad era que ambos hermanos habían crecido junto a su padre alcohólico y maltratador. El resultado de dicha vivencia y el rumbo que habían tomado sus vidas no podía ser mas dispar. 

La perseverancia es el motor del ser humano. Cuando tenemos determinación y ansiamos un objetivo, por inalcanzable que parezca, siempre está ella para acercarnos un poco, vertiendo esperanza sobre nuestros pensamientos.

"Todo lo que somos es resultado de lo que hemos pensado”, y es que el poder del pensamiento positivo es inmenso. 

La mediana edad es una etapa de la vida en la que debemos aceptar que hemos dejado atrás la juventud, pero aún nos sentimos capaces de utilizar nuestra experiencia para conseguir nuevos retos.

Una crisis personal disfrazada de ansiedad, fue el detonante para comenzar mi andadura hacia el crecimiento personal y para convertirme en la persona que soy hoy en día; una persona que motiva como Coach y ayuda desde su vivencia más íntima y personal.

En algún punto de nuestras vidas hemos conocido a personas con un empuje y una voluntad tan fuerte para conseguir las cosas que llegamos a admirarles (aunque no les hayamos visto nunca en persona). 

A lo que más nos resistimos, es lo que más necesitamos prestar atención y sanar.

Desde nuestra revista "Cé CHIC para mentes abiertas" queremos sumarnos al dolor por la pérdida de nuestra querida y leída Louise Hay, autora de tantos libros que han ayudado a millones de personas en todo el mundo. 

Lamentamos no poder volver a recibir su sabiduría, pero estamos felices porque allá donde vaya sabemos que seguirá ayudando y enseñando el camino.

Querida Louise, ¡suerte en esta nueva aventura!