Igualmente, hacemos un balance de lo bueno y lo malo que hemos hecho y que nos ha ocurrido en el período que está por decir adiós.

Como consecuencia de ese balance, en el inicio del año (o en los últimos compases del anterior) creamos una lista de cosas que queremos mejorar o cambiar en nuestras vidas.

El propósito suele ser bastante admirable, pero lamentablemente, por alguna razón u otra, no siempre logramos concretarlo.

Desde cosas que parecen tan simples como mantener el cuarto o la casa ordenada, hasta metas más grandes como bajar por fin esos kilos que tenemos de más, siempre está la posibilidad latente de perder el norte. Sin darnos cuenta, poco a poco vamos dejando de organizar la cama, aplazamos constantemente esa gran limpieza para mañana, o empezamos a utilizar cualquier excusa, por mínima que sea, para dejar de asistir al gimnasio.

Para evitar que tus propósitos de año nuevo terminen relegados a simples intenciones, te presentamos algunos tips para que puedas conseguir tus objetivos. Síguelos a conciencia, y así no tendrás que reciclar los mismos objetivos todos los años, sino que podrás cumplirlos y renovarlos cuando quieras.

1. Mira hacia atrás: El primer paso es el balance. Revisar lo que lograste y lo que no pudiste alcanzar durante el año es el punto de inicio de la nueva lista que estás por crear. A partir de esa revisión personal es que crearás los nuevos proyectos para conseguir objetivos que te ocuparán en este nuevo año.

2. Toma nota: Puede que tengas perfectamente claro en tu cabeza lo que quieres lograr a futuro, pero si creas una lista de metas por realizar, tendrás a mano un recordatorio visual que te permita marcar lo que vas cumpliendo. Esto te servirá de impulso para aumentar tus ganas de tachar todos los puntos del itinerario.

Debes diseñar tu propia lista para conseguir objetivos de tal forma que te motive a mantenerla en una constante ejecución. Para esto puedes abandonar el simple papel y lápiz, y aventurarte a crear una mini cartelera con imágenes referenciales, letras grandes, muchos colores, con un camino imaginario que recorrer o cualquier otra cosa que se te ocurra y te mantenga animado.

3. Establece metas realistas: Debes comenzar el año con la sinceridad como bandera. No puedes engañarte a ti mismo e imponerte cosas que no estás preparado para hacer o dejar de hacer. Colocarte en esa posición podría, fácilmente, generarte un nivel de frustración que pondría en riesgo cualquiera de los otros propósitos.

4. No te recargues: Si haces una lista casi infinita de cosas, es muy probable que el tiempo no esté de tu lado, y en consecuencia, que muchos de los proyectos se queden para siempre en el papel.

Es bueno que antes de definir lo que harás en este año, jerarquices qué es lo que más necesitas en tu vida, y cuáles son las posibilidades reales de llevarlo a cabo en los doce meses que están por venir.

5. Empieza con metas sencillas: Es recomendable comenzar el itinerario de actividades por las cosas menos complicadas que luego te darán las condiciones óptimas y la fuerza necesaria para arrancar con los objetivos más grandes y así poder conseguir objetivos realistas.

De esta forma, no creerás que lo que viene en el camino es imposible. Imagina que es una lista por niveles y que debes empezar por el fácil, luego el intermedio y finalmente el difícil.

6. Crea plazos: Es muy recomendable que delimites un lapso en el que estimas concretar lo que has programado. Esto te dará la posibilidad de ser más organizado con las actividades e incluso podrás adaptarlas a tu horario de trabajo o estudio. De esta manera, el tiempo ya no se convertirá en una excusa para retrasar el cumplimiento de tus propósitos.

7. Busca aliados: Tener personas con resoluciones en común te dará empuje cada vez que estés a punto de tirar la toalla. Si tu meta, por ejemplo, es durar más de un par de semanas en el gimnasio, , alguien con quien hablar mientras te ejercitas, o incluso, que te acompañe de camino al establecimiento, te hará más agradable el proceso.

8. Paso a paso: No dejes que muchos proyectos se acumulen porque es posible que se vuelvan tarea imposible. Recuerda que la planificación es la base de la tarea que estás por hacer.

9. Mantén el ánimo: No dejes que tus logros dependan de alguien más.

Si uno de tus propósitos es arreglarte más porque una persona te gusta, pero al final él o ella no resulta ser para ti, no debes desanimarte ni permitir que lo que significa una mejora para ti esté a merced de otros individuos.

10. No te presiones: Por último, es bueno que tengas presente que, aunque alguna vez falles con uno de los propósitos, siempre podrás volver a empezar. Recuerda que no se trata de un régimen militar, sino de actividades que planificas tú y en las que tú eres el único al mando. Además, tienes todo un año de ensayo y error.

No olvides que no tienes que esperar que un año nuevo comience para querer convertirte en mejor persona. La oportunidad de cambiar tus hábitos o cualquier aspecto de tu vida la tienes todos los días.

Anímate a realizar tu tabla de tareas porque hará que tu año sea mucho más productivo y a largo plazo, si te organizas bien, puedes lograr cosas muy beneficiosas para tu felicidad y la de todos los que te rodean.

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Yolanda Mármol

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