DENUNCIAR ES LA MEJOR DEFENSA
El Luchador contra el Bullying
Ricardo vio todo lo que le había pasado a Tomás, pero no hizo nada.
¡Oh, que cobardía! Eso no se hace a un amigo. No hay que ignorar sus problemas, sino ayudarle a solucionarlo afrontándolo juntos. Pero Ricardo era demasiado cobarde como para decir a cualquiera que Roger acosaba a su mejor amigo. ¡Y eso que lo sabía desde hacía semanas! Pero nunca había encontrado el valor suficiente para delatar a Roger.
─Ricardo ─le dijo aquel día Tomás─, yo sé que casi siempre ves a Roger pegándome o amedrentándome, pero nunca me ayudas.
─Es que, aunque lucháramos los dos… ¡Tampoco tendríamos ninguna posibilidad! Roger es el más fuerte del colegio.
─Entonces díselo a los profesores, a mis padres, o a algún adulto.
─ ¿Y por qué no se lo dices tú?
─Es que tengo miedo… Roger me amenaza con darme la mayor paliza de toda mi vida si lo hago.
─Pues por ese mismo motivo yo tampoco se lo he dicho a nadie. Aunque Roger no me amenaza, tengo miedo de que si lo delato, podría tomarla conmigo…
Tomás suspiró profundamente, puso una mano sobre el hombro de su amigo y le dijo:
─Te comprendo, pues estoy igual de aterrado que tú.
En ese momento, escucharon una explosión, después, vieron un destello, y al momento apareció un niño de su misma edad, 10 años, con antifaz y capa. En su pecho tenía las siglas LCB.
─ ¿Quién eres tú? ¿Y por qué vas disfrazado de superhéroe?
─Porque soy un superhéroe. Soy el Luchador contra el Bullying. Antes era un niño normal, hasta que un día un chico de mi colegio empezó a acosarme. Pero no me dejé intimidar. En cuanto tuve ocasión, se lo dije a mis profesores, y estos tomaron medidas. Y, por mi valentía, me he convertido en superhéroe, y he jurado que ayudaría a cualquier otro chico que sufriera de bullying.
─Guau… Como me gustaría ser un superhéroe como tú ─dijo Tomás.
─Puedes serlo. ¡Ambos podéis serlo! ¡Solo debéis superar vuestros miedos!
Animados por el Luchador contra el Bullying, Tomás y Ricardo denunciaron a Roger ante sus profesores y a sus padres, y después se convirtieron en superhéroes que ayudaron al Luchador contra el Bullying a evitar que las personas sean acosadas. Roger, por su parte, también se convirtió en un superhéroe, pues después de un tratamiento psicológico, reveló que él maltrataba a los demás chicos por un complejo de superioridad, y tras superar esta situación, fue un niño nuevo, un superhéroe que decidió ayudar a otros acosadores, escuchándoles, prestando atención a sus problemas, preguntándoles por qué lo hacían, y ayudándoles a que se conviertan en buenos chicos y en superhéroes como él.
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Rubén Darío Ávalos